Huevos en bolsa
A causa de un par de labores que eran tendientes a mis estudios, me vi obligado en el día de hoy, a hacer algo que no acostumbro: gastar plata. Y es que precisaba para el día lunes tener en mi poder un diario de tirada nacional, por lo que unos cuantos nombres pasaron por mi cabeza, entre ellos Clarín, Infobae, Ámbito Financiero o Página 12.
Descarté todos, particularmente a los dos ultimos porque uno sería muy predecible de mi parte, y el otro iría diréctamente en contra de mis principios (principios que no me dejan bancar términos económicos complicados, entre otros). Quienes me conocen sabran cual es cual.
Entonces me pintó la onda facha y elegí el prestigio que el apellido Mitre le daba a "La Nación". Particularmente por un copioso deseo de saber cómo pensaban aquellos que creen vivir aún en el "primer mundo" menemista.
Muy bien, me dirijo al quiosco de revistas, recapacito y respiro hondo, craneo constantemente sabiendo que la publicación que estaba por adquirir tenía serias intenciones de lavarme el cerebro, pero finalmente compro el diario.
La primera impresión fue casi normal, lo esperado, nada sino un par de caras conocidas. Halle Berry en pro de los demócratas, el ex presidente chileno Lagos lamentándose por un hurto ocurrido en su propiedad en Punta del Este y un primer plano de Néstor Kirchner referente a su actitud frente a la visita de Jorge Caminador Arbusto a la región.
Momento de lectura. Los ejercicios de respiración honda y tranquilizante al mejor estilo Yoga se extienden con cada artículo referente a la realidad nacional, parecían todos y cada uno notas de opinión de partidarios de ultraderecha. Casi colapso.
En su momento visualizo una columna que me llamó la atencion puntualmente por su nombre. "Crónicas norteamericanas". Si, no me sorprendió por parte de éste diario, pero de todas maneras me arriesgué a leer, ya estaba bastante metido en la lectura de todas maneras, si me perdía, mala suerte.
El cronista tocaba un tema delicado: la moral norteamericana.
En síntesis, el caso es éste: resulta que hay una palabra en un libro para chicos que no les cayó bien a los imbéciles que trabajan en las escuelas y bibliotecas del país del norte, la misma es escroto y refiere a la bolsa de tejido epidérmico que mantiene a los testículos alejados del cuerpo, dado que de otra manera la espermatogénesis no se podría dar a cabo en la temperatura normal del cuerpo, no es un entorno sano para este proceso.
Es así que los pulcros puritanos simpatizantes del cinturón de castidad pusieron el grito en el cielo y salieron con incoherencias del calibre de: "La presencia de esa palabra me impide leer el libro en voz alta." Un bibliotecario de Nueva Jersey
"Si yo fuera un maestro de tercero o cuarto grado, no me gustaría verme obligado a explicar esa palabrita". Del idiota anterior
"La inclusión de un órgano genital no añade nada a la historia". Una mogólica que llego a ser maestra y bibliotecaria en Colorado
Y demas desvarios varios de varias apreciaciones, todas en absoluto, hechas por personas estadounidenses.
Ahora pregunto, es posible pregonar alguna clase de moral siendo que alaban el envio de tropas a medio oriente a robar, asesinar y en algunos casos violar pobres?
La inclusión de esta palabra en el cuento tan solo denota la increible capacidad que tienen los mas pequeños para adquirir conocimientos, de hecho, la protagonista de este cuento es una niña de 10 años con su intelecto inquisitivo.
Vamos viejo, hay cosas peores, y ustedes son responsables de unas cuantas.
Nota de LaNación.com
domingo, febrero 25, 2007
tags:
Realidad
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4 comentarios:
Ya se sabe que de siempre los yankis fueron especialistas en hablar de moral con la bragueta abierta.
Besos amor.
Es buenísima la noticia, los tipos viven nadando en la hipocresía, ¿pero qué se puede esperar de gente que antes se ponía capuchas blancas (un escroto blanca que los protegía) y salían a cazar negros y opositores? Un abrazo
>El cronista tocaba un tema delicado: la moral norteamericana.
...esas 2 palabras juntas no combinan, no.
Saludos.
En la última semana La Nación publicó una columna de opinión de nuestro ex presidente riojano y otrqa de Henry Kissinger.
Digo esto porque ya no me sorprende nada de "Gaceta Ganadera".
Un abrazo.
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