Me he dado cuenta que éste blog es totalmente ególatra. Y está bien, obvio, sino para qué quiero un blog? Pero hay algo que me viene rompiendo las bolas desde hace unas semanas, un temita que excede mi amor propio y egocentrismo.
De mas está decir que sigo medicado y estoy totalmente acelerado, más allá de haber cambiado la razón de medicarme y, lógicamente, el medicamento. Estoy engripado y tomo pastillas que me recomendó mi viejo, que vale aclarar que no es médico ni mucho menos farmacéutico.
Anoche me acosté a las 2, me desperté a las 5 para ingerir la dosis, y no me dormí hasta las 7, hora en que mi casa quedó totalmente sola para poder levantarme y hacer lo mío. Haber dormido tres horas va a doler más tarde, eso seguro.
Pero que hago mientras doy vueltas en la cama y me enredo en la sábana?
Pensaba de qué manera presentar un caso que me carcome las entrañas por amoral y pestilentemente ofensivo. Pensaba en castigos y condenas, preguntándome cuál era la diferencia.
La cosa es así. Hace dos semanas aproximadamente, cambiamos el auto. Compramos uno idéntico pero 0km. Los trámites estaban finiquitados, y sólo faltaba la entrega. Un martes, hace 15 días, el auto llegó, mi vieja lo fue a buscar en una escapada del laburo. Cuando llegó al mediodía nos llamó ( mi y ami hermana) para verlo, estaba re copado, impecable. Pero mi vieja no parecía feliz, no tenía ese ángel que la caracteriza como monstruo consumista que es (y que yo también me reconozco) al momento de estrenar una nueva adquisición. Había un problema.
Unos días antes a la entrega del rodado, una amiga de mi mamá tuvo un altercado familiar. Dos de sus hijos habían discutido fuertemente e ídose a las manos. Cayó la yuta. El menor fue detenido, ya que tenía antecedentes por un caso de homicidio en una disco de mi ciudad, unos cuantos años atrás. No me gusta decirlo tan así, pero era de reputación dudosa, no lo niego. Ésta señora cuyo nombre no viene al caso, estuvo varios días tratando de localizar a su hijo detenido, mientras la policía hacía oídos sordos.
De repente, el cielo se abrió. Llamaron a la madre desde la comisaría, para decirle que su hijo estaba internado, que se había quemado a si mismo. Dos días después, el chico de 19 años falleció.
Lo que había sucedido fue que mi madre hizo acto de presencia cuando velaban al cuerpo, no le gustan esas cosas, pero era consciente de lo doloroso de la situación para su amiga. cuando volvió a casa, la notamos visiblemente afectada por lo sucedido allí. Repetía:
"el hermanito menor, no sabes como lloraba, se tiraba encima del cajón y lloraba..."Yo no podía creer lo que me contaba. Supuestamante, el reo había entrado de contrabando
algún tipo de combustible y se había hecho en llamas a sí mismo. Al mejor estilo Talibán, cierto?
Me preguntaba, es posible que alguien meta de contrabando una botella con un inflamable, teniendo como obvio altercado el hecho de que están deteniendo en una trifulca repentina?
El cuerpo, ademas de las quemaduras, mostraba serios signos de maltrato. También se golpeó solo?
Por Dios, fue demasiado.
¿Cabe alguna duda de que la policía sigue controlada por el mismo régimen que funcionaba en la dictadura?
¿Alguien se acuerda como repentinamente encontraron una llave en el césped de la casa de Jorge Julio López?
El lema de la cana es "Hacemos lo que queremos, cuando queremos. Y quedate en el molde o sos boleta"
Puede ser una visión un poco simplista. Cáguenme a pedos.
3 comentarios:
Ningún cambio será posible en el país mientras no se desmonte el aparato represivo, que además es omnipresente.
Está más que claro.
Un abrazo.
che, con todo respeto, este post fue un bajón
Imaginate cuando lo escribí Roy...
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