(Crónica de un voto botado)
La noche se prestaba pasiva en una veda inexistente. Eran las 11 de la noche y ya picaba el hambre, que sabíamos siempre llegaba a la hora de juntarnos. Las charlas previas a los comicios siempre son amenas, en un sentido perturbador tal vez, pero siempre se hacen enriquecedoras. Nos veíamos a nosotros mismos, tres debutantes en los deberes cívicos a la luz de una noche apagada, por muy paradójico que eso suene.
Estábamos molestos. Entrábamos a las paginas oficiales, o bien los blogs de campaña de cada supuesto “candidato”, solamente con el justo pretexto de dejar mensajes con golpes bajos sobre sus accionares previos. Las horas pasaron de una manera muy entretenida, casi tomamos consciencia de lo divertida que puede ser la democracia.
Nos encontramos aburridos en una veda electoral diferente para nosotros. No era posible. Siempre tuvimos la capacidad innata de encontrar diversión en las situaciones mas adversas. Asimismo conocíamos la manera justa de aniquilar una situación divertida en segundos. Éramos la antitesis de lo correcto, de lo normal, del resto.
Salimos tranquilos a dar una vuelta. Nos burlábamos de los autos de los demás, no servían de nada las piruetas inútiles que balbuceaban. Nos les iban a dar la misma sensación que conducir ebrios, era indudable. Sabíamos eso y aventuramos que era tal vez un gen el que ponía a lo muchachos nerviosos ante la falta de alcohol en sangre. Filosofábamos. Tratábamos de determinar en que momento salir un sábado a la noche sin tomar nada comenzó a ser pecado. La luna seguía su curso en ese virtual e inexistente estado de sitio, que era violado cada vez que dos autos se cruzaban en
Cuando volví a casa, alrededor de las 5 de la mañana, descubrí que nadie respetaba el veto. Encontré debajo de mi puerta una papeleta y panfletos de una dupla que fue ausente en los 5 primeros puestos.
La siguiente mañana comenzó cerca del mediodía. Los pibes llegaron tratando de esconder el auto del granizo, despertándome para que les abriera el garaje.
Un “me salvaste la vida, boludo” fue suficiente para sentirme realizado durante el resto del día. Esa jornada en que al fin el sobre que transportaba mis principios se convertiría en una gota más, de todas las demás gotas que no estaban de acuerdo conmigo. Ese día en que mi pensamiento hecho papel se mezclaría y no lograría distinguirse entre la maraña inescrutable y amorfa que llaman “intención de voto”.
Las condiciones estaban dadas. El consejo era que fuera durante el mediodía, porque en ese momento la mayoría de los votantes estaría almorzando, lo que agilizaría el cumplimiento de mi deber. Pensaba en cuantos consejos como ese se habían escuchado ese día, en un intento vano de calcular en el aire la cantidad de gente que estaría delante mío. Afortunadamente me equivoqué.
Tras 5 minutos de cola me vi envuelto en un aula que ahora se llamaba cuarto, que en lugar de ser el rincón donde alguna vez tuve clases, era ahora el sitio donde me haría hombre. Porque poner lo que uno piensa en un sobre estándar y dejar que todos lo vean en forma anónima precisa de muchos huevos.
Para las tres de la tarde ya todo había terminado. Me encontraba bajando música en la casa del dueño del auto atacado por las piedritas de agua, escasas horas atrás. La charla era muy trivial: del tiempo, de bandas, videos que circulan por Internet. Casi pasó por alto el hecho de que cuando entré en ese lugar, en ése sito tan de hombres, en ése rincón que acabó siendo el de mi debacle espiritual, no había boletas del candidato que quería votar.
7 comentarios:
Bueno, capaz el destino quiso que gane Cristina boludo.
Pensalo así que es mas fácil de digerir...
de paso aprovecho para mandar un saludo a los fiscales que deslumbran por su ética
Taurino querido despues analizo tu posteo, pense que ibas a hacer algun relato corto y me viniste con una crónica, je.
Me voy rapidisimo que juego mi primer partido con el equipo de Universidad.
Hacele caso al tío, o si queres ser un socialista pasivo y conformista solo pensá en que el Domingo "Se decidió la Voluntad del Pueblo", ya con esta acepcion habrá que estar alegre no?...
Un abrazo viejo, cuidate
bienvenido a la vida cívica
Primero que nada, intentar contagiarte de la dicha de haber "debutado" civicamente es al pedo.
Segundo, pensa que, tal como dijo un poeta Groncho (en http://todosgronchos.blogspot.com/2007/10/la-vida-sigue.html), peor se está en Irak.
Un abrazo, y perdon por pasar tan tarde...
Saludos.
La mía fue ya la 4ta vez, y lo único que te aviso es que no mejora, más bien empeora. Cada elección que te toca vas con más mala onda, porque tu voto anterior no valió para mier... je!
Bienvenido a esa obligación insoportable que es votar. No es placentera ni es satisfactoria, es una obligación.
Encima te vino a tocar semejante fraude... ¿puede ser que se caguen tanto en lo que dicen defender?
Besotes!!!
*Mery*
Bueno Tauri por lo menos tenías algo para votar, imaginate los que debutamos en las presidenciales del 2003. No te quejes. Además un presidente de mesa sin brazos va contento y vos te quejás descarado :P
Con todo respeto estoy en desacuerdo con Mery a mí me gusta votar, esta vez lo sufrí, pero no deja de ser bueno y un derecho.
Un abrazo
PD: De quién faltaban boletas ahí? donde yo voté no había del LM y Castells, no dije nada JO.
Taurin!
uno q se levanta muy temprano
para, con toda la alegria que despertaba cerrar de esa forma los meses de seguir la "atipica" campaña, encontrarse con un resultado que sabiamos desde el comienso y un titulo en america "con el 0% de los votos escrutados gano cristina por el 44,7% de los votos"...
parace que la boca de urna tiene mas data que la "voluntad del pueblo de la nacion", que si mal no recuerdo, voto a san martin para ser el gen argentino...pero la que se sube al caballo es cristina.
4 años mas restan para esperar que las cosas cambien...estamos del tomate!!, que a proposito sigue subiendo...pero esta es la argentina que viene!!
ahora falta que nos cojan con botnia el 7 en chile...
te recomiendo un blog que enmcontre por ahi...
septimosello.blogspot.com/
un abrazo, hermano.
el desaparecido, reaparecido circustancial y fugasmente, Tinglao.
a no desesperar, con paciencia y saliba...
Amen!
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